martes, 25 de enero de 2011

FEDERICO ENGELS (1820-1895)


Ernesto Ortiz Diego *

“No es posible comprender el marxismo ni es posible exponerlo coherentemente sin tener en cuenta todas las obras de Engels”. V.I.Lenin.

Revolucionario genial y pensador socialista, Federico Engels fundó con Carlos Marx, El Marxismo. Nació el 28 de noviembre de 1820 en Barmen, Alemania.

En la Síntesis biográfica de Marx y Engels, redactada por Ernesto “Che” Guevara, escribió que los fundadores del Socialismo científico, se conocieron más o menos en octubre de 1842, el primero había roto con los jóvenes hegelianos y el segundo aún no, por lo que el primer encuentro fue más bien frío y no hacía sospechar la identificación que alcanzarían con el correr de los años.

El 24 de noviembre de 1859 apareció en las librerías de Londres (1,250 ejemplares) la edición famosa escrita por Charles Darwin, El origen de las especies por medio de la selección natural o la conservación de las razas favorecidas en la lucha por la vida. Aquel mismo día se vendieron todos los ejemplares.

Entre los lectores hubo uno especial, el industrial alemán (era socio, de su padre, de una fábrica textil en Inglaterra) Federico Engels que tendría, en la vida de Carlos Marx, un papel decisivo. Rico, políglota y enterado de los problemas de la industrialización y la proletarización derivada de la Revolución industrial; lúcido y generoso (sin él la familia Marx difícilmente hubiera sobrevivido) y de notable curiosidad intelectual, leyó inmediatamente el libro de Darwin. Maravillado habló con Marx de El origen de las especies, porque, según él, confirmaba, por otra vía, la del materialismo histórico. No voy a entrar en el tema porque necesitaría un espacio más amplio. Marx dedicó El capital a Darwin.

Marx vivió en Londres, con su familia, desde 1849, siempre con el apoyo moral, intelectual y económico de su amigo entrañable, Federico Engels. En el seno de las dos familias, siempre con cariño; a Marx le decían “El Moro”; a Engels “El General”.

Marx y Engels, fundaron el Marxismo, definido por el sociólogo político greco-francés, Nicos Poulantzas (1936-1979), constituido por dos disciplinas unidas pero distintas, cuya distinción se funda en la diferencia de su objeto: el materialismo dialéctico y el materialismo histórico.

El materialismo histórico –o ciencia de la historia- tiene por objeto el concepto de historia, a través del estudio de los diversos modos de producción y formaciones sociales, de su estructura, de su constitución y de su funcionamiento, y de las formas de transición de una formación social a otra.

El materialismo dialéctico –o filosofía marxista- tiene por objetivo propio la producción de los conocimientos, es decir, la estructura y el funcionamiento del proceso de pensamiento. Propiamente hablando, el materialismo dialéctico tiene por objeto la teoría de la historia de la producción científica.

Quien escribe, recomienda leer la biografía de Marx en este mismo espacio, para recordar los tres libros de Engels y Marx: La sagrada familia (1844), La ideología alemana (1844-46) y el Manifiesto Comunista (1848); pero además, Engels escribió: El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado (1884 ); El Anti-Dühring (1877-1878). Asimismo, impulsó la publicación de los tomos II (1855) y III de El capital (1894), después de la muerte de Marx.

Durante este lapso, Marx y Engels siguieron profundizando sus conocimientos en Economía Política pero, además, entraron de lleno en la política alemana, fundando en Colonia la Nueva Gaceta del Rin, amparados en el soplo revolucionario que corrió por toda Europa en 1848. Sus ideas revolucionarias influyeron en La Comuna de París (18 de marzo al 28 de mayo de 1871).

Estos fueron tiempos de recapitulación y de estudio. Marx publica La lucha de clases en Francia en 1848 a 1850 y el dieciocho brumario de Luis Bonaparte. Engels, por su parte, escribe La guerra campesina en Alemania y, Revolución y contrarrevolución en Alemania.

Cuando muere Marx el 14 de marzo de 1883, Engels pronuncia el discurso fúnebre ante la tumba de su amigo, una síntesis dice:

“El 14 de marzo, a las tres menos cuarto de la tarde, dejó de pensar el más grande pensador viviente. Apenas le habíamos dejado solo dos minutos cuando al volver le encontramos serenamente dormido en su sillón, pero para siempre.

Imposible medir en palabras todo lo que el proletariado militante de Europa y América, todo lo que la ciencia histórica pierde en este hombre. Harto pronto se hará sensible el vacío que abre la muerte de esta importante figura (…) su nombre vivirá a lo largo de los siglos, y con su nombre su obra”.

El 5 de agosto de 1895, a los 75 años, Engels murió víctima de un cáncer que hizo angustiosos los últimos meses de su vida portentosa por los atroces dolores que le provocaba. En sus últimos momentos de su vida, tuvo un gesto romántico, al dejar en su disposición testamentaria, instrucciones para que sus cenizas fueran arrojadas al mar del Norte, en un punto de la costa que gustaba frecuentar.

Como escribió Ernesto “Che” Guevara, con la desaparición de Marx y Engels, se cerraba un ciclo. Debía aparecer Lenin para iniciar otro más grandioso aún en sus efectos prácticos. La liberación del proletariado.

* sociólogo (UIA) y politólogo (IIEPA)

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