El Deporte en México, a propósito de las Olimpiadas.
Jose Roberto Hernandez Fuentes
Comenzó ya la justa olímpica en donde se
llevan a cabo diversas competencias deportivas. México tiene representantes,
atletas en varias disciplinas que por orgullo personal y hasta nacional
intentarán, en la medida de sus posibilidades, realizar una digna actuación
buscando subir al medallero. La competencia es mucha y no sólo pasa por el mero
rendimiento del deportista, sino por el apoyo que este ha recibido como tal en
cada uno de sus países. Es decir, se trata del trato que se le da a la figura del
deportista, o bien del atleta en su nación, de toda la estructura que lo
acompaña en su desarrollo no sólo físico sino mental que muchas veces es lo más
importante y lo que incide directamente en victorias o derrotas.
Hay países
ejemplares que han configurado exitosos sistemas integrales deportivos que se
reflejan en los resultados que obtienen los atletas que forman. Y no sólo
hablemos de los Estados Unidos que siempre queda en los primeros lugares de los
medalleros olímpicos, sino de naciones que a pesar de sus problemas
sociopolíticos internos y externos han logrado sacar adelante a muchos de sus
atletas gracias a su estructura deportiva. Uno de ellos es Cuba, país
centroamericano que destaca en varias disciplinas tanto individuales como
colectivas, como en el atletismo ya sea en velocidad o en salto de altura, y qué
decir del voleibol en donde son potencia mundial, además cuentan con un
excelente desempeño en el boxeo olímpico en todas las categorías. Cuba, para
terminar, es uno de los pocos países de Latinoamérica que sacan la casta por la
región. Por supuesto hay otros países latinoamericanos que cumplen excelentes
desempeños en ciertas competencias. Por ejemplo, Argentina y Brasil en el
fútbol y últimamente han destacado también en el baloncesto. En fin, son países
que le han apostado al deporte apoyando a sus atletas de manera integral.
En
cuanto a México, el deporte sigue siendo una incógnita y una expectativa. Y no
me refiero a los deportistas, sino al apoyo que reciben por parte del gobierno.
El deporte como tal ha sido completamente relegado a segundo y a veces hasta
tercer término en nuestro país. Lamentablemente se ha utilizado por parte de
gente sin escrúpulos como una manera o un espacio donde se puede obtener dinero
y nada más. No existe una formalidad deportiva que se refleje en una instancia
u organismo serio que regule y sistematice el deporte en México, por el
contrario hay varios grupúsculos que tratan de hacerse con el control del
deporte, ahí están la CONADE y la CODEME que no logran consolidarse como
organismos reguladores del deporte en México, sino que sólo afectan, en vista
de sus intereses, el desarrollo integral de los atletas mexicanos. Y entre
muchas otras cosas, el gobierno no hace nada para corregir esta enorme y
significativa falla en la estructura deportiva de nuestro país. Por esto, no se
consigue el éxito deportivo que se espera.
Por
otro lado se encuentran los medios de comunicación, principalmente los
monopólicos a quienes sólo les interesa el fútbol soccer (que dicho sea de paso
es un negocio de las televisoras mexicanas Televisa y TvAzteca), ignorando
completamente a las demás ramas deportivas. Poco o nada se transmite del
beisbol mexicano, del fútbol américano de nuestro país y del baloncesto
nacional por mencionar algunos. Y para colmo, es el fútbol el que más
expectativa genera y el que menos triunfos consigue, sólo decepciones y
desilusiones. Demasiada es la mediatización a los futbolistas nacionales que
juegan tanto aquí como en el extranjero, y que ganan millones de dólares pero
que no logran dar satisfacciones deportivas verdaderamente significativas, tal
es el caso del famoso “Chicharito Hernández” o “Memo” Ochoa, quienes más que
buenos deportistas tienen proyección mediática. Y así varios ejemplos más.
Jugadores que se van a Europa, vendidos como grandes estrellas y que al cabo de
un año regresan sin haber conseguido nada en cuanto a logros deportivos, sólo
con los bolsillos llenos de dinero y una fama gratuita. Derrotados pero
adinerados podría decirse. Salvo aquel campeonato mundial Sub 17 y el tercer
lugar en el mundial Sub 20, el fútbol no ha dado más alegrías para México en
hace ya varios años.
En
cambio, atletas que destacan por su disciplina deportiva, por su esfuerzo y por
su convicción, como la clavadista Paola Espinoza, la velocista Ana Guevara,
varios Taekwondoines, boxeadores amateurs, marchistas entre otros, que han
logrado grandes éxitos para México, no cuentan con el apoyo ni la proyección suficiente.
Muchos de ellos, además de su amor por el deporte, se ven en la necesidad de
trabajar para su supervivencia y la de sus familias, pues estos no ganan
millones ni tienen proyección mediática, es decir no pueden vivir de su entrega
por el deporte, como si lo hace un Usain Bolt o un Michael Phelps.
Todo
esto tiene que cambiar para bien de nuestra sociedad, para que muchos jóvenes deportistas,
anhelantes de un futuro con seguridad en todos las dimensiones de la vida social,
puedan desarrollar sus cualidades y capacidades en todo su esplendor, ávidos de
representar a México en el mundo deportivo, puedan realizarse y porqué no,
consagrarse en el deporte, como si lo hacen muchos en otros países. Esperemos
que en está ocasión, la delegación mexicana en Londres consiga el éxito
deseado. Pero esperemos también que los encargados del deporte en México se
pongan de acuerdo y trabajen desde ya para el éxito a futuro.