Las
vialidades y la inclusión del peatón en Ciudad Juárez: una acción democrática y
humanista
Samuel F.
Velarde
Breve
ponencia presentada en la Universidad de Juárez Chih. México en
El
3er. Foro sobre vialidades y los derechos del peatón.
Primeramente
para felicitar a los organizadores del 3er Foro sobre el uso de calles y
vialidades en nuestra denostada ciudad Juárez. Sobre todo porque desde la
academia se aborda un problema real y urgente, que encierra una gran reflexión
sobre lo que significa vivir en una ciudad donde sus peatones son marginados y
puestos en peligro, por la carencia no solamente de una cultura vial en
términos generales, sino también por lo que han reflejado los planeadores
urbanos al servicio de las autoridades: una total falta de respeto a los
ciudadanos sin auto o a aquellos que osan abandonar su vehículo y se arriesgan
a caminar entre banquetas estrechas, con hoyos, varillas, postes de
electricidad mal colocados o alcantarillas sin su respectiva tapa. Pero también
sorteando vehículos que se estacionan sobre las banquetas, símbolo de la
ignorancia ciudadana por el respeto al otro y reflejo también de la prepotencia
de personas sin el sentido de lo que significa vivir en una ciudad democrática.
Según un estudio realizado por la Universidad Anáhuac y la empresa automotriz Daimler
en 2011 señala: ”que en México la
probabilidad para un peatón de morir en un accidente vial es 75 por ciento
mayor, en comparación con lo que ocurre en Estados Unidos, ya que en México la
cultura vial es muy inferior”.[i]
Por supuesto que este tipo de
problemáticas no es único de Ciudad Juárez, antes de meterme en el tema hice un
pequeño vistazo al internet encontrándome notas como la siguiente que me llamó
la atención, donde en Xalapa Veracruz, se está tratando de establecer una
política de vialidad como parte del Plan de Movilidad Urbana, dice la nota que
por un lado se establecerá el plan de hoy no circula, pero por otro lado el
gobierno otorgará dos mil concesiones para taxis, es decir, una total paradoja.
Pero también encontramos ciudades con banquetas de casi cuatro metros de ancho,
arboladas y llenas de vida peatonal, como es el caso de la Ciudad de La Plata
en Argentina, incluso se ha vuelto popular entre los jóvenes el uso de patines rollers para trasladarse a puntos
estratégicos y accesibles sin mucho problema, es interesante que esta actividad
ha creado una cultura de respeto entre los automovilistas hacia los rollers. Pero también en Europa existe
la Carta de los Derechos del Peatón, creada por el Parlamento Europeo en 1988,
donde cito su punto 3. ”Los niños, las personas mayores y los discapacitados
tienen derecho a que las poblaciones sean lugares que faciliten el contacto
social y no lugares que agraven su propia situación de debilidad. [ii]
Es un hecho que estos ejemplos nos
muestran que si la sociedad comienza a recuperar o incidir en una cultura vial
de respeto al peatón y a las reglas viales, la vida cotidiana de miles de
personas cambiaría notablemente.
En nuestra frontera es muy común y
tradicional hacer el comparativo de cómo nuestra forma de conducir un vehículo
o caminar por las calles, cambia cuando cruzamos la línea fronteriza hacia
Estados Unidos y hacemos escarnio de ello, autocriticándonos de nuestro
comportamiento entre allá y aquí. Bajo esta breve introducción sobre el tema, la
reflexión viene a ser en el sentido de ¿qué propuestas hay que plantear para
convertir nuestras vialidades en espacio seguros?.
En Ciudad Juárez la deshumanización
vial es parte de la decadencia sociourbana que ha sufrido nuestra ciudad desde
hace tiempo. Es una combinación mortal entre la indolencia de las autoridades
(o porque no decirlo de su ignorancia en el análisis socio urbano) al no
mantener las vialidades en estado óptimo y también de la indolencia de los
mismos ciudadanos, que no respetamos los espacios para la movilidad urbana, incluso
marcando con mucha precisión estilos de manejo según el sector social donde uno
se encuentra. Pero también por apostarle a una ciudad en que el automóvil era
símbolo de estatus o por la facilidad para adquirirlo, contribuyendo a marginar
la actividad peatonal y observándola como denigrante o de bajo estatus. Sin
ignorar el hecho de un transporte público históricamente pésimo y vergonzante,
que en mucho motiva a no ser un ente peatonal.
Todo mundo está de acuerdo de cómo
hace falta la raya blanca para demarcar los carriles, o los señalamientos
fosforescentes o amarillos en el caso de señalamientos de peligro o las rampas
en las banquetas, sin olvidar la instalación de semáforos adecuados donde el
peatón tenga prioridad. Pero ¿donde están?
Entonces ¿qué perspectiva tiene el
adulto mayor (que es el tema de este día) en su vida cotidiana como peatón?
¿Qué le depara el destino urbano a este ciudadano y ciudadana en una etapa de
la vida donde necesita tranquilidad, seguridad y un estilo de vida con
facilidades de todo tipo?, creo que la respuesta al menos como van las cosas y
si no funciona este Foro, es que le esperan muchos problemas en su caminar
cotidiano, en su cruce por las calles, en subir puentes peatonales altos,
cansados e inseguros. Y si una ciudad no trata bien a sus mujeres y niños,
entonces el adulto mayor no tiene mucho que esperar.
Conclusiones y Recomendaciones
Si lo que se desea es darle a
nuestra ciudad un nuevo aspecto de fondo, no únicamente de forma, hay que
empezar a diseñar una vialidad diferente, donde la vida cotidiana del peatón adulto
mayor se garantice como un derecho ineludible, pero también con una serie de
políticas públicas ad hoc que
sostengan ese derecho. Así propongo lo siguiente:
Implementar campañas en televisión difundiendo
una cultura vial, es decir gastar menos en publicidad política de auto elogio y
mejor dirigirla a la educación vial, en base a este Foro, por ejemplo.
Realizar sanciones conforme a la ley
para proteger al peatón, sancionando a quien estacione su vehículo en las
banquetas, obstruya señalamientos, etc.
Establecer una especie de inventario
de las condiciones de las banquetas y desechar peligros tales como hoyos,
material corto punzante que seguido se observa en varias de ellas.
Obligar a los dueños de terrenos
baldíos a conservar banquetas y retirar basura de las mismas.
Recuperar banquetas para los
peatones en coordinación con comerciantes, situación que les puede favorecer
también.
Establecer diálogos como este de
forma continua para observar cambios al
respecto.
Referencias