lunes, 22 de agosto de 2011

MERTON Y EL ESTRUCTURALISMO


Ernesto Ortiz Diego

El análisis estructural propuesto por el sociólogo norteamericano Robert King Merton (Filadelfia, EU. 14 de julio de 1910-Nueva York, EU. 23 de febrero, 2003), merece rigor de análisis. A pesar de que su obra más importante, Teoría y Estructura Sociales fue traducida y publicada en español desde 1964, su pensamiento continúa siendo desconocido en amplios sectores sociológicos. Fue alumno distinguido de Talcott Parsons en la Universidad de Harvard, sin embargo, él enseñó durante muchos años Sociología en la Universidad de Columbia.
Esto contrasta radicalmente con el caso norteamericano, donde Merton ha sido uno de los sociólogos más influyentes. Muchos de los sociólogos más destacados de Estados Unidos fueron alumnos de Merton y han continuado, en sus investigaciones, algunas de las preocupaciones centrales de su maestro: Peter Blau, Alvin Gouldner, Lewis Coser, Jesús Luis García y Carmen Largaespada, estos dos últimos fueron mis maestros en la licenciatura en sociología en la Universidad Iberoamericana Ciudad de México (UIA).
Merton es el padre de la Teoría de las funciones manifiestas y latentes, y autor de obras como El análisis estructural en la Sociología (1975). Impulsor de las Teorías de alcance intermedio. Y padre del Premio Nobel de Economía 1997, Roberto C. Merton.
Una de las preocupaciones centrales de toda la obra de Robert King Merton fue establecer las bases para desarrollar una sociología científica que nos lleve a un conocimiento objetivo de la realidad social.
En otras palabras, sólo con base en una sociología de la sociología es posible proponer un proyecto realista para las ciencias sociales. En terminología no utilizada por Merton, es necesario historizar la ciencia social. Para una elaboración de este concepto y una aplicación al caso de la sociología, véase el libro de Jesús Luis García y Francisco Paoli Bolio, “Observaciones sobre el Surgimiento de la Sociología”, (UIA Santa Fe), 1977.
Muchos autores anteriores a Merton, entre ellos Ralph Linton y Talcott Parsons, habían hablado de que los individuos en la sociedad ocupaban posiciones (status) y jugaban papeles (roles). El viejo profesor de la Universidad de Columbia, sin embargo, se propuso a estudiar la diferenciación interna de las posiciones y de los papeles y su articulación sistemática en secuencias típicas de comportamiento social.
El conjunto de papel es un concepto que se refiere a “ese conjunto de relaciones de papeles que las personas tienen en virtud de ocupar una situación social particular”. Es decir, por el hecho de ser estudiante de Literatura en el Centro de Investigación y Docencia en Humanidades del Estado de Morelos (CIDHEM), se establecen relaciones con literatos y poetas como en el caso de Javier Sicilia, “el poeta rebelde”, sino también con profesores y compañeros que enseñan y estudian literatura, o en el ejercicio del periodismo.
Finalmente, a Merton se le presenta la sociedad como una realidad problemática y conflictiva. Para él el orden social es sólo el mantenimiento precario de la estabilidad y no, como para Parsons. Sin embargo, queda por determinar cómo entiende Merton el conflicto social, y dónde sitúa las contradicciones.
Lo mismo que Parsons, Merton propone que los individuos, en la estructura social, independientemente de la clase a la que pertenezcan, juegan papeles y ocupan posiciones específicas.
Esta es una observación que tiene aplicabilidad universal y que sirve de punto de partida para la elaboración de una teoría de la estructura social. Parafraseando a Carlos Marx, Merton podría decir que el primer principio del análisis estructural es precisamente el reconocimiento de que:
Los hombres hacen su propia historia, pero no como quieren (…), sino bajo circunstancias directamente encontradas, dadas y transmitidas del pasado.
El resultado final, es que Merton formó una tradición de investigadores sociales en Norteamérica y que su influencia se siente en muchas partes del mundo. Sin embargo, es iluminador que después de medio siglo de haberse iniciado en la Sociología, y después de haber llegado a los más altos niveles de poder en su profesión. Merton continuaba antes de morir el 23 de febrero de 2003, un investigador incansable que no apagaba la luz de su estudio antes de las cuatro de la mañana y que, apasionado por una ciencia joven, la Sociología, oscila entre la tranquila satisfacción con sus propios esfuerzos y la desesperación de sus limitaciones.

Politólogo y sociólogo (UIA)




miércoles, 10 de agosto de 2011

LITERATURA CHICANA, UNA FORMA DE PROTESTA

Ernesto Ortiz Diego


El fenómeno de la literatura chicana representa, desde su consolidación en los años sesenta, una forma de protesta ante la opresión económica, social y cultural impuesta por el sistema dominante anglosajón, fundamentalmente de Estados Unidos, para hablar de nuestros vecinos del norte.
Temas como la asimilación cultural, la pérdida del idioma español y el rechazo sistemático al inmigrante son recurrentes en la literatura chicana, tanto popular como académica. Recuerdo cuando era profesor de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, esta noble institución otorgaba cada año dos premios de literatura chicana y en español. Carlos Montemayor (1947-2010) recibió en español uno de estos, además de haber sido nombrado profesor Emérito de la UACJ en 1995. Por cierto, en Cuernavaca, el laureado escritor parralense fue profesor en el doctorado en Literatura en el Centro de Investigación y Docencia en Humanidades del Estado de Morelos (CIDHEM).
Este es el caso del trabajo de Guillermo Gómez-Peña, chicano autoproclamado que manifiesta en su obra la crítica al sistema anglosajón, Bitácora del cruce, en el que fusiona literatura, artes visuales y performance con claros tintes subversivos, herederos indiscutibles de la vanguardia, cuyo objetivo es confrontar y provocar una respuesta en el lector, sobre todo de la frontera norte de México, específicamente quienes viven en Ciudad Juárez, Chihuahua y Tijuana, Baja California, por ser las ciudades más grandes fronterizas.
A través de la provocación, Gómez-Peña se mofa tanto del sueño americano como de los estereotipos creados en torno a la mexicanidad, colocándose él mismo como objeto de estudio y voz crítica.
En su obra, expone las contradicciones que rodean a la cultura chicana, empezando por su no-definición. La figura del chicano surge a partir de la negación de algo. Es el personaje que no puede integrarse a la cultura dominante, pero tampoco pertenece ya a la mexicana.
El fenómeno chicano va mucho más allá de la experiencia del cruce o de la pertenencia a un grupo social. Se trata de un proceso de redefinición. Como lo expresa Tomás Rivera: “Nos dimos cuenta que nosotros teníamos que inventarnos como chicanos, y eso es lo que estábamos haciendo. Así, hemos empezado a realizarnos” (Vázquez, Acerca de la literatura: diálogos con tres autores chicanos, p. 41).
Bitácora del cruce es una obra liberadora de la conciencia y provocadora al mismo tiempo. En sus páginas deambulan los estereotipos y prejuicios que aún imperan en el imaginario estadounidense. Gómez-Peña los encarna con fines paródicos. El kitsch, la hipérbole, la ironía y el performance son las herramientas subversivas que buscan provocar la reacción del otro (para no incurrir en el error de llamarlo espectador).
Sin embargo, el mensaje crítico va mucho más allá de la provocación o la parodia. Bitácora del cruce exhibe una amarga crítica al orden institucionalizado, lo que en palabras del filósofo y uno de los más destacados intelectuales de México, Luis Villoro Toranzo, sería descriptiva.
La relación entre las ideas de Luis Villoro y el trabajo de Guillermo Gómez-Peña es muy estrecha, en tanto que la obra de éste tiene como eje el ataque a los valores tradicionales.
La provocación en su trabajo creativo se manifiesta en personajes hipersexuales, el performance de mal gusto y las imágenes de violencia extrema. El humor negro, empleado como recurso subversivo, se convierte en arma contra el sistema norteamericano dominante.
En suma, la literatura chicana a través de su historia, esta propuesta artística ha encontrado una forma de expresión propia, ajena a los afanes asimiladores o represivos del sistema capitalista estadounidense, que vive una de sus peores crisis ahora con el presidente Barack Obama.

eodiego@yahoo.com.mx

martes, 9 de agosto de 2011

La hambruna en Africa, problema de todos

Aunque hay culpables directos por la hambruna africana sobre todo en Somalia, no hay que cerrar los ojos ante este grave problema humanitario. OBSERVATORIO SOCIOLOGICO modestamente se preocupa de ello y por esto al menos, difundimos la gravedad del asunto. En la página de la UNICEF-México hay más datos al respecto. 

sábado, 6 de agosto de 2011

Ciudad Juárez: de delictiva a competitiva

Samuel F. Velarde

Difícil quitarle el perfil negativo que tiene Ciudad Juárez luego de diez años de por desgracia tenerlo. En los últimos meses se ha estado trabajando para un evento llamado “Juárez competitiva” que según su portal de internet (que dicho sea de paso está incompleto en algunas de sus ventanas y no aclara que organismos lo componen) el objetivo es “… un Movimiento Ciudadano que se conforma de una manera voluntaria con el único propósito de coadyuvar en una iniciativa que cambie la imagen de nuestra ciudad y que sirva como impulso para el resurgimiento de Cd. Juárez”. Dentro de su programa de eventos está la conferencia de Mijail Gorbachov, que desde que cayó la ex URSS se ha dedicado a pontificar (cobrando un buen montón de dólares) sobre la democracia y el futuro del planeta. No entiendo porque se insiste en estos conferencistas (Giuliani también viene segun el portal) habiendo intelectuales mexicanos que conocen más nuestra realidad nacional: José Narro, Carlos Fuentes, Luis Villoro, Enrique Krauze, entre cientos. Pero en fin……..

Esto es my loable, sin embargo la reconfiguración de Ciudad Juárez no cambiará si no existe la verdadera participación de la sociedad civil organizada, donde diversos grupos (sin exclusiones) se intercomuniquen y logren no solamente desarrollar proyectos impactantes, sino lo más importante, meter en cintura a los políticos alejados de la sociedad. Hacer ver que la autonomía social es el único ingrediente que puede llegar a concreciones de cambio a fondo. Existen sociedades como la surcoreana donde a pesar de una fuerte dictadura en los sesenta hasta mediados de los ochenta, lograron una emancipación del autoritarismo gubernamental y ahora quién niega su desarrollo económico y social, o el caso de la sociedad civil italiana que ha movilizado sus potencialidades para exigir seguridad pública y social.

Es decir las maquilladas sociales son benéficas coyunturalmente, pero ¿a largo plazo? Sin embargo, este evento hay que reconocerlo como un comienzo de cambio, una entrada a tomar conciencia de que Juárez ya no es un pueblucho donde la Chaveña y la Bellavista eran el folk callejero. El problema es que nadie le dio el carácter cosmopolita a esta ciudad, sus gobernantes muy rabones para el problema, nunca dimensionaron este espacio urbano.

Como ciudad se ha dedicado a ser una comunidad captadora de la pobreza nacional, el poniente hacia el norte y sur sigue creciendo, desnudando una pobreza comparada con las favelas brasileñas o tal vez más decadente y esto lastima a una sociedad ya de por si denostada por la violencia.

Así pues, esperamos que Juárez competitiva no duerma el sueño de los justos y que tampoco se convierta en un islote feudal, donde unos cuantos manejen los recursos y se vuelva la exclusión de otros. Al contrario, que al corto plazo pueda promover desarrollo, pero no aquel que echó a perder a la ciudad, sino otro más equitativo, humano, democrático, justo. Si no, entonces nada servirá para intentar cambiar la ciudad mientras no se logren esas metas sociales, muy republicanas por cierto.