martes, 21 de diciembre de 2010

Por considerar una  información valiosa para el análisis de lo que sucede en  Ciudad Juárez, se adjunta el siguiente sitio de RADIO NEDERLAND.

http://www.rnw.nl/espanol/article/ciudad-ju%C3%A1rez-zona-de-guerra

lunes, 20 de diciembre de 2010

Diego sano y salvo: formidable…pero ¿qué sigue?

Samuel F. Velarde
La liberación de Diego Fernández de Cevallos es bienvenida, pues ningún ser humano tiene derecho a perder su libertad y transitar por la enorme presión psicológica que este personaje sufrió. La cantidad de dinero que se tuvo que pagar por su liberación ha de haber sido enorme, de la dimensión de su fama sería el pago del rescate. Como bien reza el dicho mexicano “del tamaño del sapo, es la pedrada”. Sin embargo es muy preocupante que el país esté inmerso en una vorágine de violencia y violación de los derechos humanos, con el ritmo alcanzado hasta ahora.

Por otro lado, es muy lamentable que la violencia se manifieste a lo largo de la frontera norte de forma indiscriminada, donde varias personas sin importar género o edad, han corrido una suerte diferente al señor Fernández de Cevallos. Para muchos es insólito que un país como el nuestro, donde al menos la generación cincuentona le apostábamos a un país distinto, se encuentre metido en un remolino peligroso. Asimismo es triste que los jóvenes de hoy sufran esta amarga experiencia, que de alguna manera diezma los sueños de algunos de ellos, al no poder tener garantías casi de nada, incluso de vivir al día siguiente. Esta situación desestabiliza también el ahínco democrático con que iniciamos el siglo XXI y de hecho, borra en buena medida el deseo de perfeccionar a la democracia, pues muchos buscan sobrevivir y pasar desapercibidos.

Es sano que Diego Fernández haya regresado vivo, al menos el país se ahorra la especulación y la tristeza, ya casi sin validez humana. Lo ideal es que también regresaran los que en estos momentos están secuestrados y sometidos, lo milagroso es que en el 2011 esto parara de una vez por todas.

sábado, 18 de diciembre de 2010

AUGUSTO COMTE, FUNDADOR DE LA SOCIOLOGÍA

Ernesto Ortiz Diego *

Augusto Comte, es ante todo el sociólogo de la unidad humana y social, de la unidad de la historia humana. Nació en Montepellier, Francia, el 19 de enero de 1798 en el seno de una familia católica monárquica. Entre 1814 y 1816, estudia en la Escuela Politécnica, medicina y filosofía, la cual es cerrada por sospecha de jacobinismo. En agosto de 1817, Comte ocupa el cargo de secretario de Henri de Saint-Simon, el filósofo del industrialismo.

En 1824, escribe el Sistema de Política Positiva, en abril de este mismo año, Comte vendió este trabajo a Saint-Simon, que lo presentó en el Catecismo de Industriales sin nombre del autor. Estalla la disputa entre ambos. En adelante Comte hablará de la “desastrosa influencia” ejercida sobre él por “un funesto vínculo” con un “saltimbanqui depravado”. El sociólogo Raymond Aron, considerado el mejor biógrafo de Comte, estudió las tres etapas del pensamiento del gran pensador francés, son tres momentos que afirman, explican y justifican la tesis de la unidad humana. Estas tres etapas están caracterizadas por las tres obras principales de Comte.

La primera entre 1820 y 1826, es la etapa de Opuscules de philosophie sociales. La segunda etapa está formada por las lecciones del Cours de philosophie positive (publicado de 1830 a 1842), y la tercera por el Systéme de politique positive o Traité de sociologie instituant la religión de L´humanité (publicado de 1851 a 1854). En la primera etapa, en los Opuscules, son la descripción y la interpretación del momento histórico que la sociedad europea atraviesa a comienzos del siglo XIX. Desde esta época, Comte extrae de este análisis de la sociedad en que vive la conclusión de que la reforma social tiene como condición fundamental una reforma intelectual.

En la segunda etapa, la del Cours de philosophie positive, aquí aparece la ciencia nueva, la sociología, que como reconoce la prioridad del todo sobre el elemento y de la síntesis sobre el análisis, tiene como objeto la historia de la especie humana. En la tercera etapa de su pensamiento, viene a justificar esta unidad de la historia humana como una teoría que se ocupa simultáneamente de la naturaleza humana y de la naturaleza social.

Augusto Comte expuso su concepción de la ciencia nueva llamada sociología en los tres últimos volúmenes del Cours de philosophie positive, y sobre todo en el tomo IV. Comte relaciona su propio pensamiento con el de tres autores a quienes presenta como inspiradores o predecesores: Montesquieu, Condorcet y Bossuet. Augusto Comte explica la diversidad enumerando tres factores de variación: la raza, el clima y la acción política. Al examinar el papel de la acción política, volvemos a encontrar el providencialismo. En efecto, Comte se propone ante todo quitar a los hombres políticos y a los reformadores sociales la ilusión de que un individuo, por grande que sea, puede modificar sustancialmente el curso necesario de la historia.

Es verdad que la fatalidad es cada vez más modificable, a medida que pasamos del mundo de las leyes físicas al de las leyes históricas. Gracias a la sociología, que descubre el orden esencial de la historia humana, quizá la humanidad pueda compensar los retrasos y reducir el costo del advenimiento de positivismo. Pero, en función de su teoría del curso inevitable de la historia, Augusto Comte se opone simultáneamente a las ilusiones de los grandes hombres y a las utopías de los reformadores.

La nueva ciencia social propuesta por Comte, es el estudio de las leyes del desarrollo histórico. Se funda en la observación y la comparación, y por consiguiente en métodos análogos a lo que se utilizaron en otras ciencias, y particularmente en biología; pero estos métodos estarán determinados hasta cierto punto por las ideas fundamentales de la doctrina positivista, por su concepción de la estática y la dinámica, ambas sintéticas. La estática y la dinámica son las dos categorías fundamentales de la sociología de Augusto Comte. La estática consiste esencialmente en estudiar lo que él llama el consenso social. Y la dinámica, es la descripción de las etapas recorridas por las sociedades humanas.

La parte íntima de Augusto Comte, siempre fue crítica, en 1825 contrae matrimonio con Caroline Massin, antigua “celestina”. Este matrimonio, resultado de “un cálculo generoso”, dirá el propio Comte, “fue el único error realmente grave de mi vida”. Entre 1826-1827, Comte agobiado por una primera fuga de su mujer y el cansancio intelectual, sufre una crisis mental y poco después intenta suicidarse. En 1845, “El año sin igual”, Comte declara su amor a Clotilde de Vaux, que sólo le concede su amistad, declarándose “impotente para lo que sobrepase los límites del afecto”. El 5 de abril de 1846, Clotilde de Vaux muere en presencia de Augusto Comte, que desde ese momento le consagra un verdadero culto.

Y desde aquella vida trágica y melancólica, Comte se dedicará a la sociología de tiempo completo, en 1847 proclama la religión de la humanidad; en 1848, funda la Sociedad Positivista. Y el 5 de septiembre de 1857, muere en París, en el número 10 de la calle Monsieur-le-Prince, en medio de sus discípulos. En paz descanse, el fundador de la Sociología, ciencia que el autor de esta biografía estudió en la Universidad Iberoamericana-Ciudad de México.

* sociólogo guerrerense, fue profesor fundador de la licenciatura en sociología de la UACJ.

martes, 14 de diciembre de 2010

¿Lumpenización de la sociedad mexicana?


Samuel F. Velarde

Luego de visitar la República de Corea para asistir a un congreso en la Universidad de Estudios Extranjeros de Busan, me hice las siguientes reflexiones. Corea del Sur en los sesentas era un país con un nivel de crecimiento económico menor al nuestro. Sin embargo el PIB en los años setentas comenzó a avanzar de manera constante en el país asiático, por ejemplo en 1976 fue de 10.6 contra 4.2 de México. Lo anterior se llevó a cabo entre otras cosas por un proyecto económico sostenido, el Estado burocrático-autoritario da la pauta para este crecimiento basado en las exportaciones y en donde se apoyan grandes empresas para lograrlo, por otro lado, con una alta inversión en la educación se consigue fortalecer a cuadros de especialistas en varias ramas de la ciencia y tecnología. Con esto, la pobreza se fue eliminando de la sociedad surcoreana, a la fecha el ingreso per cápita en dólares en Corea del Sur es de 22,000 dólares contra 8,000 en México, es decir las cifras no mienten y reflejan los grados de crecimiento económico y su repercusión en la sociedad.

Por supuesto que los surcoreanos padecieron una dictadura militar (Park Chung –hee 1963-1979) bastante férrea y con un costo social demasiado alto, pero es un hecho que a partir de su transición a la democracia (1987) lograron cimentar una sociedad con un alto estándar de vida. La sociedad civil surcoreana ha aprendido a participar y ser contestataria cuando es necesario. De hecho, se radicaliza fácilmente sobre todo en el sector estudiantil, aunque si posee un alto sentido de lo que es la democracia, defiende la institucionalidad y los derechos sociales, no es una sociedad civil fragmentada ni maniatada, menos sumisa o pasiva.

Sin embargo, en nuestro país las cosas son diferentes se ha empobrecido a una gran cantidad de personas, se carece de un proyecto económico incluyente y dinámico, que a la vez produce millones de pobres y lo que es peor, a un sector lumpen de la sociedad a la cual Marx se refería muy bien como el sector sin conciencia ni ideología, dispuesto a ser carne de cañón de intereses mezquinos y sin escrúpulos. Así, la sociedad civil mexicana se fragmenta a raíz de las grandes desigualdades sociales,  carece de una red intersectorial que pudiera organizar un gran proyecto conjunto y una movilización dinámica que le otorgara a la sociedad civil mayor autonomía y un nivel de exigencia hacia el Estado.

Hoy el país se desbarata, se pulveriza peligrosamente y se convierte en una estructura anárquica, en donde las instituciones se devalúan cotidianamente, la ley se minimiza a tal grado de parecer inexistente. Bajo este panorama, se pierden las esperanzas y las expectativas, todo parece ser tan surrealista y cínico a la vez, donde fácilmente se disuelve un Estado de derecho y las soluciones a tal fenomenología parecerían no existir. En Ciudad Juárez, como en varias partes del país la violencia se ha agudizado, se ha empoderado como una vertiente del capitalismo salvaje, en que la falta de ordenamiento económico, oportunidades y la carencia de desarrollo humano para miles de personas, ha favorecido ya no solamente una clase proletaria sin conciencia de sí, sino lo más peligroso, un lumpen proletariado (desempleados, desclasados, pandilleros) del que hablábamos arriba, dispuesto a destruir los valores establecidos, pero no para crear o transformarlos a otros mejores por supuesto, sino para edificar un estado de cosas donde la barbarie se imponga y secuestrar así, a la sociedad e instituciones, un lumpen que algunos teóricos sociales (Marx, Engels, Bakunin) ya visualizaban desde los siglos XIX y XX, incluso el mismo Mao Tse- tung decía que “Ante la imposibilidad de obtener una forma honorable de ganar la vida, muchos de ellos se ven obligados a utilizar métodos ilícitos, tales como rateros, pandilleros, pordioseros profesionales y prostitutas […] esta gente carece de cualidades constructivas y tienden fácilmente a la destrucción“.* Que dicho sea de paso, este fenómeno (de la lumpenización de la sociedad) debería abordarse actualmente con este paradigma o concepto teórico, que tal vez pudiera ayudar a entender mejor la descomposición de sociedades productoras de pobres y su empuje a las organizaciones criminales, para lograr establecer el grado de decadencia e inoperatividad (al menos en términos humanos) de nuestras sociedades capitalistas deformes.**

La violencia se ha convertido en un objeto de estudio multifactorial y multidisciplinario, esto es bueno en la medida de que cada vez podemos conocer más sobre sus causas y consecuencias, pero asimismo creo que nos da una triste pauta sobre la evolución de su barbarie (entonces hobbesianamente hablando ¿el Estado ha fallado?). Pero lo fundamental, lo importante, es sacar de todo ello un mejor resultado, soluciones, viabilidades para aminorarla, más allá de estrategias policiacas o militares, necesitamos pensar que la violencia es estructural, de actitudes y conductas, producto éstas de un estado de miseria humana sin límites, es decir fruto de estructuras sociales vergonzantes.

Aún así, la sociedad mexicana en general y nuestra sociedad juarense caminan, la pregunta es ¿hacia dónde? Las ciencias sociales especialmente la sociología, tienen un reto enorme; convocar al análisis, al diálogo, pero también prevenir sobre futuros desastres y riesgos que como van las cosas, todo indica en esa dirección. Finalmente la sociedad civil mexicana como en Corea del Sur, Brasil y Argentina, debiera ser más contestataria y organizada, pues da la impresión de que ni los partidos políticos ni la clase política mexicana funcionan hoy en día y a mi juicio, la movilización, es la única salida ante el estado de indefensión en la que se encuentra hoy en día nuestra sociedad.

Bibliografía
Montaño, Jorge (1979) Los pobres de la ciudad en los asentamientos espontáneos. Ed. Siglo XXI, México.
Citas
*Ver Mao Tse-tung “Análisis en las clases en la sociedad china”, en Obras escogidas, Buenos Aires. Ed. Platina. Tomo 1, p.17. 1960

**Con esto me refiero a no poder conseguir un capitalismo con beneficios transversales, donde los distintos sectores sociales participaran del plusvalor social de la producción.