viernes, 28 de enero de 2011

El estado mexicano ineficaz ante la salud de su burocracia


Samuel F. Velarde
 a todos aquellos que no tienen su medicina para funcionar bien


Desde hace días existe desabasto de medicamentos en las clínicas familiares del Instituto de Seguridad Social al Servicio de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), es decir la planta productiva del Estado mexicano (por no decir burocracia que en ocasiones suena peyorativo) profesores, empleados administrativos de las Secretarias de Estado entre otros, no tienen el medicamento necesario para seguir funcionado en esta sociedad, al menos con cierta seguridad en cuanto a su salud. ¿Se pueden imaginar a los diabéticos, hipertensos, en general con problemas cardiovasculares que existen en este sector y que necesariamente necesitan de sus medicinas para poder estar “bien” y que no las haya? ¿Les sucederá esto a los servidores públicos del Estado norteamericano, francés, argentino, sueco, brasileño?, no lo sé. Lo que sí sabemos, es que quincenalmente a estos trabajadores se les descuenta un porcentaje de su salario para servicio médico, cosa que no se cumple cabalmente.

Por supuesto que las elites burocráticas no van al ISSSTE, asisten mínimo al Hospital Ángeles o a cualquier institución que les garantice una excelente salud personal. Los afiliados al ISSSTE son la tropa, los sostenedores reales de las instituciones, tal vez por ello la burocracia en ocasiones falla, pues con una salud mermada, quien no. Y no se trata de despotricar per se, sino de analizar cómo cuando el Estado se deteriora, no solamente no puede cuidar a sus ciudadanos en términos de seguridad pública, sino asimismo en términos de salud pública. Bajo esta condición las instituciones se miden por su eficiencia y el ISSSTE no parece pasar la prueba.

Y el colmo de los colmos, no solamente no existe el medicamento apropiado, sino que incluso no hay vales para adquirirlos por fuera, es decir, no hay “papelitos” adecuados, para que el derechohabiente pueda tener su medicamento vía farmacias privadas. Desde el punto de vista de la sociología de la salud esto tiene explicación: burocracia ineficiente dentro de la burocracia (es decir quien vigila a los que vigilan) foucaultianamente un gran problema a dilucidar, pero también una insensibilidad humana, al no tener un proyecto de responsabilidad y transparencia institucional y lo más grave, que el actual Estado mexicano y sus operadores, no han acabado de comprender que los gobernados incluso la misma burocracia, tiene derechos que no han sabido corresponder.

En la preocupación, dice el filósofo checo Karel Kosik “el individuo se haya siempre en el futuro, y se sirve del presente como medio o instrumento para realizar sus proyectos”, pero ¿si la cura no existe? (digo yo)...cuales proyectos!!!!!.







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