lunes, 14 de diciembre de 2009

La calle y la identidad social.
José Roberto Hernández Fuentes.


Dentro del contexto urbano podemos encontrar una gran variedad de elementos con los cuales podemos referenciar la ciudad. La industria, la densidad poblacional, la concentración de los recursos, la marcada planeación y organización de la vivienda, la segmentación social y auge del transporte, son algunos de los aspectos que caracterizan la vida en la ciudad. Sin embargo, existe un elemento simbólico y funcional que ha tomado gran importancia desde el surgimiento del espacio urbano como lugar preponderante en el desarrollo de la vida social, la calle. Si bien es cierto la calle no es un elemento exclusivo de la ciudad, también lo es hasta la formación de las ciudades cuando comienza a cobrar real importancia, esto por los efectos de la planeación, organización y distribución de la población en los contextos urbanos. De esta manera, la calle surge como uno de los aspectos más característicos de la ciudad, sin embargo, por su cualidad meramente física, distributiva y orientativa no se le ha considerado como posible factor de análisis que pueda ayudar a la comprensión y solución de las diversas problemáticas surgidas en el transcurso del desarrollo de la vida social en la ciudad.
La importancia de la calle como elemento trascendente del espacio urbano y más aún como punto de encuentro de los entes sociales o bien de los ciudadanos, cobra gran trascendencia al momento de indagar posibles causas que afecten la cuestión de la identidad social. A pesar de que existen instituciones sociales que pueden llevar a cabo la tarea del fomento de la identidad, el ritmo de vida tan acelerado y vertiginoso de la actualidad conlleva a que la interacción de los individuos pertenecientes a una misma comunidad o sociedad, se efectúe de manera directa o indirecta en las calles.
Dentro de la teoría sociológica la cuestión de la identidad social sólo se observa a través de las instituciones sociales tradicionales como la escuela, la familia, el gobierno y en ocasiones hasta la iglesia, dejando de lado algunos elementos que son parte intrínseca de la cotidianidad del sujeto. En la dinámica urbana, una de las dimensiones interactivas de los individuos es la calle, la cual ha sido percibida únicamente como aspecto trivial del desarrollo de la vida cotidiana obviando su valor simbólico para el establecimiento de relaciones sociales que busquen la identidad urbana en un contexto propiamente urbano. Por desgracia en nuestra ciudad, la calle es también simbolo de criminalidad y abuso.

1 comentario:

  1. Excelente reflexión del colega José Roberto.........felicidades.

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