viernes, 17 de septiembre de 2010

Corridas de toros; un festival antihumanista


Israel Pulido*

(Ilustración Erik Lerma)

A solo unos días de la abolición de las corridas de toros en Cataluña, España , una nueva ley que las prohíbe y que entrará en vigor en enero del 2012, me pregunto, ¿fue necesario que transcurrieran tantos siglos desde el comienzo de esta práctica también llamada tauromaquia (del idioma griego ταῦρος, toro, y μάχομαι, luchar) que ignorantemente ha sido considerada “artística” y que se hayan lastimado a tantos animales para que lograsen entender que es una actividad por demás cruel y antihumana?

La respuesta es sencilla, se nos ha enseñado que las criaturas inferiores pueden sufrir y ser amedrentados sin que esto implique un cuestionamiento personal desgastante. Y es de esta manera que nos desensibilizamos tanto que luego de ver a diario en los noticieros locales tantas y tantas muertes de personas, terminamos de igual manera desvalorizando la crueldad del hecho, nos volvemos indiferentes.

Se han publicado en internet diversas imágenes que muestran paso a paso el proceso lascivo en que el toro es arduamente mutilado, se le golpea en los testículos, lo mantienen encerrado y cargando costales de arena, todo esto con el objetivo de que al salir a la plaza, el animal se encuentre desorientado y en desventaja sobre su verdugo (el torero).

Desde el inicio del espectáculo y hasta el final, el animal se encuentra confundido, el deterioro físico que sufre en plena corrida es espeluznante. Poco a poco va perdiendo sus fuerzas mientras la gente enardecida aplaude hasta verlo caer, cuestión irónica dado que si su estrella taurina resulta ser un rejoneador a medias, tendrá que aniquilar al animal a como dé lugar para no mermar su ego ni su imagen profesional.

Pero, ¿Y si el protagonista fuese nuestra mascota?, ¿Qué pensaríamos?, Parece una interpelación exagerada y por demás analítica pero la verdad es que a un animal jamás se le dio la oportunidad de elegir cuál sería su estructura física, ni decidió parecer “fuerte” y feroz” para ser objeto de apaleos cuando lo único que hace es defenderse de su atacante. ¿No haríamos nosotros lo mismo?

No tenemos el derecho de elegir quien puede sufrir y quien no dada su apariencia, ni su postura, ni su comportamiento. Un espectáculo hiriente donde se lastima a otro ser vivo por diversión no deja de ser un crimen, ni mucho menos puede considerarse un deporte. Como sociedad mayormente capitalista todos y cada uno de los que la habitamos tenemos un papel preponderante, quizás el de algunos animales sea el de alimentarnos, pero lastimar para deleitar la pupila de unos cuantos, no resulta justo con quienes no tienen voz y mucho menos pueden expresarse.

Diversos actores, cantantes, escritores, políticos y deportistas se han pronunciado en contra de este tipo de espectáculos, organizaciones por el trato ético a los animales como PETA han dado a conocer diversas campañas para concientizar a las personas de estos actos tan repugnantes. Dejemos de apoyar este tipo de eventos, incentivemos la cultura en nuestra gente con actividades que realmente promuevan el respeto, la paz y la tolerancia. Un duelo en el que se enfrentan dos seres vivos con ventajas abismales entre uno y el otro, resulta un acontecimiento por demás absurdo, un escenario desequilibrado sin igualdad de fuerzas, mucho menos justo.

*Estudiante del Instituto Tecnológico de Ciudad Juárez.



4 comentarios:

  1. Israel, muchas felicidades por tu artículo, y a Erik por su ilustracion.
    Los humanos fuimos puestos en este mundo entre otras cosas para cuidar de él, de sus plantas, animales, aguas, aire, etc, y NO para abusar de nuestra posición de "seres pensantes"
    Me da mucho gusto saber que aun hay jóvenes que se preocupan por el respeto y la sensibilidad humana. Sigan adelante y mucho éxito!!
    Nohemi Silva

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  2. Israel

    Lo felicito y que sigan sus exitos

    Felipe

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  3. Excelente!!!
    No pierdas ese ojo critico que muchas personas han perdido, gracias por mostrarnos nuestra cultura desde otro enfoque...
    Sigue asi, amigoo....

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  4. Buen punto...
    Pero yo sigo siendo y seguiré un ferviente taurino por todo lo que conlleva la fista brava.

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