Samuel F. Velarde
La caravana por la paz dirigida por el periodista y poeta Javier Sicilia, tiene una fuerte carga emocional, se trata de un connotado periodista de la revista Proceso que sufre en carne propia lo que es la violencia en este país, a raíz del asesinato de su hijo. Nadie puede reprocharle a un padre de familia una reacción de este tipo, sin embargo la diferencia con otros padres de familia, es que Javier Sicilia no es un hombre común (por fortuna), de entrada como periodista es una persona reconocida, con ese poder que da una pluma reflexiva y con esa influencia que le otorga formar parte de una elite intelectual, asume una posición contestataria y pacífica. Pero no hay que dejar a un lado su valentía y talante, para montarse en una lucha la verdad peligrosa.
Desde un punto de vista sociológico, la caravana representa una forma de protesta contra un sistema que no ha podido solucionar la violencia, más que con más violencia, una manifestación que obviamente reúne primero a las víctimas de la violencia y después a los que por fortuna aun no nos ha llegado, pero que somos susceptibles de observarla de cerca o padecerla, sin embargo en términos generales, es una de tantas reacciones de una sociedad cansada, fatigada de saber que el epicentro de nuestra crisis moral como país, es la violencia.
Por supuesto que existen los apáticos, los temerosos, los incómodos con la situación pero silenciosos, los que apoyan al régimen, pero en lo más profundo de su corazón repudian la política de enfrentamiento. Donde un Estado de derecho está ausente en la nación, o se pre-fabrica desde el poder con discursos y cifras de droga incautada.
Es cierto que la caravana por la paz no logrará eso: la paz, pero también es cierto que la sociedad comienza a participar y manifestar sus ideas, porque también es muy malo que únicamente sea una vil espectadora o carne de cañón de tiempos electorales, finalmente la sociedad ha demostrado lo que puede lograr cuando se organiza y sale a las calles, incluso como derecho constitucional. ¡¡En hora buena la caravana por la paz¡¡¡
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